Creo que nunca la había visto tan nerviosa
como estaba ahora, parecía que iba a salir corriendo en cualquier momento, por
suerte mi madre tiene mucho tacto con estas cosas y consiguió tranquilizarla de
tal forma que a mitad de la comida Emily se relajó y empezó a sentirse una más
de la familia. Después de la cena, Kev y Dani se fueron a casa, ellos estaban
cansado y la pequeña Astrid hacia un buen rato que se había quedado dormida.
Frankie había quedado con algunos amigos así que se fue pronto y yo me lleve a
Emily, una para estar solos y dos para dejar solos a mis padres. Ambos salimos
de casa y nos pusimos de camino al lugar donde le había preparado la sorpresa a
Emily como regalo de navidad. Al final me había decantado por regalarle un
recuerdo y este consistía en ir a una casita en el campo, como estaba todo
nevado sabía que a Emily le iba a encantar y además la casa tenía unas vistas
fantásticas de un lago y tenía pensado que podíamos ver el amanecer los dos
juntos. Cuando pare el coche se podía
ver el porche de la casa iluminado por un par de luces.
-¿Qué es esto?
-Tu regalo de navidad, pensé que te
gustaría la casita en la nieve para nosotros solos con romántico amanecer
-no sé qué decir-me miro y luego miro
hacia la casa-yo no te he comprado nada
-da igual, esto es para los dos además me
conformo con estar contigo-me sonrió y salió del coche
Entramos en la casita que era muy pequeña
pero tenía lo necesario, un baño, una habitación, Un salón comedor con concina
incorporada y una chimenea enfrente de los sofás. La ayude a quitarse la
chaqueta y la hice un gesto para que se sentase en el sofá mientras yo sacaba
toda la comida que había preparado. La chimenea estaba encendida y hacia que la
habitación estuviese calentita y hacia la casa más acogedora. En la mesa
auxiliar que había delante del sofá deje una botella de champan, un par de
copas, un bol con fresas y otros dos más uno con chocolate derretido y otro con
nata. También traje algún que otro bol con más fruta picada.
Me senté al lado de Emily e intente abrir
la botella de champan pero no me hizo falta esforzarme porque según la toque el
tapón salió volando y como si se tratase de la erupción de un volcán el champan
salió detrás de él. Si me hubiese metido en la ducha me hubiese mojado menos,
vi como Emily se reía y maldije por dentro, llevo toda la noche intentando
quedar bien y voy y la fastidio en un momento.
-quítate la camisa y déjame que le dé con
agua para que mañana no tenga un manchón y te la puedas poner para volver a
casa- se puso en pie y me tendió la mano esperando a que le diese la camisa
-voy a buscar algo que ponerme o voy a
terminar cogiendo una pulmonía-le dije mientras me quitaba la camisa y se la
daba
-no tiene pinta de que haya mucha ropa
pero siempre te puedes poner una de las mantas o meterme en la cama-Emily se
fue al baño y se puso a lavar la camisa
-también podemos meternos los dos en la
cama y darnos calor mutuamente-asome la cabeza por el baño y vi como el agua
saltaba del grifo a Emily y la ponía perdida
-esto era justo lo que me faltaba hoy-y me
miro porque me estaba riendo-no tiene gracia
-sí que la tiene, el pedazo de tsunami que
has hecho ha sido muy gracioso y tu cara de enfado también-me echo del baño
para cerrar la puerta y a los segundos volver a abrirla.
-si quieres hago lo mismo contigo a ver
qué te parece-Emily salió del baño con uno de los albornoces y su vestido y mi
camisa en la mano-voy a dejar esto aquí supongo que en un par de horas estará
seco-y dejo la ropa mojada encima de las sillas del comedor-¿Qué tienes pensado
hacer ahora?
-lo primero quitarte ese albornoz-la
abrace por detrás
-Joe deja de hacer el tonto-se dio la
vuelta e intento apartarme pero no la deje
-no estoy haciendo el tonto, estoy
hablando completamente enserio-la bese
A pesar de que estaba intentando apartarme
recibió el beso con ganas y me lo devolvió. La levante del suelo y la lleve
hasta la cama.
-Joe, suéltame
-a sus órdenes-y la deje caer en la cama
-te estas comportando como un niño
-pues lo que quiero hacer no es de niños-y
se puso roja, era la primera vez que la veía ponerse así de roja
La volví a besar y cuando se quiso dar
cuenta yo ya tenía la batalla ganada y la tenía donde quería y aunque ella no
lo quería reconocer también quería estar ahí.
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