6/09/2015

Capitulo 16


Ya había pasado una semana, una semana desde que volví a casa de mis padres, una semana conviviendo con Nick. El muy capullo me había liado de tal forma que siempre hacíamos lo que él quería. Ya no podía posponer mucho más lo que había venido a hacer así que hoy lo quisiese o no tendría que ir. Me estire en la cama y note que Nick estaba dormido a mi lado, era otra de las cosas que había conseguido dormir en la misma cama que yo, lo que no entendía era como le había dejado.  Le acaricie la cara y se removió en la cama sin levantarse y no pude evitar sonreír. Este idiota que me sacaba de quicio estaba consiguiendo hacerse un hueco en vida pero no solo ahí sino también en mi corazón.
Hoy tenía cosas que hacer, ya las había dejado de lado durante mucho tiempo, así que me levante de la cama y sin despertarle me fui a la cocina a desayunar. Cuando ya casi había terminado mi desayuno Nick entro en la cocina, estaba completamente despeinado y sin camiseta.

-hace frio para que andes así por la casa-se encogió de hombros como si no le importase
-¿Qué haces levantada tan temprano?-se sentó enfrente de mí
-tengo cosas que hacer y quiero ir pronto-me levanta de la silla para dejar la taza y el plato en el fregadero
-¿puedo ir contigo?-me miro desde la mesa
-no va a ser una salida de diversión-pase por su lado, me paro poniéndome una mano en el brazo y le mire-si quieres venir no te lo voy a impedir
-no solo quiero estar en los momento divertidos, en los aburridos también, en realidad quiero estar contigo en cada momento si tú me lo permites-se levantó y me abrazo

Como odiaba cuando decía las palabras perfectas en el momento adecuado. Cerré los ojos y le abrace.

-me encantaría quedarme así todo el día pero la ducha me espera-note como sus brazos me soltaba y me posaba las manos en los hombros para mirarme a la cara
-has quedado con alguien a mis espaldas-hizo un gesto muy exagerado con la mano-no pensaba que fueses capaz de hacer eso-no puede evitarlo y me eche a reír-estas más guapa cuando sonríes
-me voy a la ducha-gire sobre mis talones y di solo tres pasos por que luego mis pies dejaron de tocar el suelo-Nicholas bájame
-No-me miro-vamos a ducharnos juntos-y sonrió como si nada
-NOOOOOOO, bájame ahora mismo, no pienso meterme contigo en la ducha-intente zafarme de su agarre pero no hubo forma-Nick tengo una bate en el armario de la habitación te juro que como te metas conmigo en la ducha lo utilizare en tu contra
-ya no me das miedo, sé que me tienes algo de aprecio y que no me harías daño así que esa amenaza no tiene con que sostenerse-llegamos al baño y sin soltarme entro en la ducha y cerro detrás de él.
-todavía llevamos la ropa puesta, vamos a empaparnos-le mire a los ojos-quieres dejar de hacer el tonto-y abrió el grifo pero por el agua fría, así que sin quererlo se me escapo un grito-¡TE VOY A MATAR!-su risa sonó por encima del sonido del agua
-ya está regulada, así que deja de quejarte-y el pantalón de su pijama cayó al suelo
-¿Qué haces?-le mire a los ojos
-quitarme la ropa no pretenderás que me duche con ella puesta
-pues claro que no pero espera a que salga de aquí-y lo intente pero no me dejo
-ya somos mayorcitos, y ya me has visto sin ropa, además no creo que sea el primer hombre desnudo que veas
-si te digo que si saldrás de aquí-negó con la cabeza-pues solo tú te vas a quitar la ropa
-no, aquí los dos o no se ducha nadie-se cruzó de brazos
-no puedes obligarme
-y no pienso hacerlo, tu solita vas a querer-coloco sus manos en mis caderas y me atrajo hasta el para besarme


Esto se me estaba escapando de las manos y sobre todo cuando note que mis pantalones del pijama caían al suelo junto con los de Nick. Mi espada toco los azulejos de la pared y luego me aprisiono con su cuerpo. Esto empezaba a peligrar pero la verdad es que me gustaba, no todos los días puedes tener a un chico del físico de Nick, metido en la ducha contigo mientras le cae agua por el cuerpo y te devora con la boca como si no hubiese mañana, así que deje los penoso intentos que hice por evitar lo inevitable y me deje llevar por el momento.



Hacia una semana que había terminado y publicado el reportaje sobre el Ruby’s y no solo había tenido mucho éxito sino que hasta mi jefa me felicito por el magnífico trabajo y había recibido un par de ramos de rosas de agradecimiento por parte de Dante y Matt. Supuse que me habían mandado dos por que no se había puesto de acuerdo a la hora de elegir las flores y la tarjeta. Pero no solo eso me había llegado a la oficina, ayer llego un paquete que contenía una rosa roja de tallo largo, un porta retratos con una foto en la que salíamos Joe y yo, y una nota que me citaba hoy a las nueve en mi portal.
Como el articulo había tenido tanto éxito, mi jefa había decidido ampliarlo y en las dos siguientes publicaciones iba a incluir, dos reportajes uno donde hablase de los bailarines del local y otro donde hablase de las bailarinas y así dar a conocer más el local, todo había que decirlo porque lo sabía de primera mano pero parecía que mi jefa y Dante tenían algo, demasiados favores se hacían el uno al otro aunque la verdad es que ambos salían ganando.
Volviendo al reportaje llevaba varios días entrevistando a los bailarines y bueno la verdad es que todos eran muy majos y se había portado de momento muy bien. Hoy tenía que entrevistar a uno de las últimas adquisiciones que había cogido el local. Arik Dalaras, el bailarín que había conocido hacia unas semanas que a pesar de que me molestaba tanto admitirlo me ponía muy nerviosa. Y era raro porque a mí me gustaba Joe pero con el me sentía tan a gusto como si lo conociese de toda la vida, he de decir que Joe y yo nos parecemos mucho ambos somos tan patoso que no me da vergüenza cagarla delante de él porque se dé seguro que él la cagara en algún momento más adelante.
Salí de la oficina y me dirigí al café donde había quedado con Arik, entre y me senté en una de las mesas para dos y allí le espere sentada ni más ni menos que quince minutos hasta que se dignó en aparecer y no venía solo una niña de unos cinco añitos iba con él. Entro en el local y cuando me vio se dirigió hasta mí y me sonrió.

-siento mucho llegar tarde, pero he tenido que encargarme de Molly y no sabía que necesita los zapatos rosas para salir a la calle-mire a la niña que me miraba de una forma extraña
-¿tú eres la novia del Tío Ari?-no me podía creer que hubiese dicho eso-Tío, es muy guapa-le dijo mirando a su tío que todavía no se había sentado
-Cariño, no es mi novia solo es una amiga-le dijo mientras se sentaba y llamaba a la camarera-¿Qué quieres de comer?-miro a Molly
-un helado, el más grande-dijo mientras se acompañaba con los brazos para enseñar el tamaño del helado que quería
-¿y tú?-volvió su mirada a la mía
-yo ya estoy servida-le dije señalando el café que tenía delante
-¿Cómo te llamas?-la niña se me quedo mirando con unos ojos idénticos a los de su tio
-Emily ¿y tú?-le pregunte
-Molly-dijo sonriente y volvió a ponerse a jugar con el salero y el pimentero.

La camarera se acercó a la mesa y tomo nota de los que ambos querían y se fue. Diez minutos después apareció con un café para Arik y un helado gigante para Molly. La niña puso toda la atención en la magnífica copa de helado que la camarera le había traído y dejo de toquetear todo lo que había encima de la mesa.

-ahora ya podemos hablar-miro a la niña-siento haberla traído, pero mi hermana no tenía con quien dejarla y no podía dejar que la niña se quedase con cualquiera
-no pasa nada, lo entiendo-le di un sorbo al café-para que la entrevista sea rápida que te parece si la grabo y ya luego la reviso en casa y si hay algo que no me cuadre te llamo
-eso sería genial, Molly no aguanta mucho en la calle
-pues empecemos-saque las cosas del bolso que llevaba y las coloque encima de la mesa

Prepare la cinta para grabar, empecé a hacerle preguntas que se me ocurrían y otras de las que había apuntado en el cuaderno que siempre iba conmigo. La conversación fue bastante fluida a pesar de que la pequeña Molly hizo un par de incisos a lo largo de esta. El primero fue porque se puso de helado hasta las orejas y el segundo porque se aburría.

-con  esto ya está-pare la grabadora-si tengo alguna duda o necesito que respondas a algo más te llamare
-vale-me cogió el boli y anoto su número en una servilleta del bar-puedes llamar a cualquier hora si necesitas algo-sus labios se curvaron en una sonrisa-vamos Molly que mama nos espera en casa-y tendió su mano a la pequeña que sin dudarlo se la cogió
-Adiós, Emi-me dijo moviendo su mano para despedirme y yo hice lo mismo

Cinco minutos más tarde me dirigía a casa, pensando en cómo podía redactar esta noticia para que no se pareciese a las otras y entonces mi móvil empezó a sonar. Metí la mano en el bolso para cogerlo pero como era de esperar lo primero que saque no fue el móvil sino las funda de las gafas de sol, después saque un bote de colonia y mas tarde un paquete de clínex. Si seguía así iban a colgar o se iba a cortar la llamada. Por suerte lo cogí antes de que se cortase.

-has vuelto a soltar el móvil en el bolso ¿verdad?-la voz de Joe sonó desde el otro lado haciendo que me pusiese roja
-sí, no lo he hecho apropósito estaba entretenida con cosas del trabajo y lo he dejado en el primer sitio que he pillado
-bueno, ya que me los has cogido a la primera que tal si lo celebramos esta noche
-esta noche no puedo, tengo que trabajar-por suerte llegue a mi casa y abrí la puerta
-hace mucho que no te veo, y me apetecía cenar contigo-me dijo intentar dándome pena
-Joe, no me das pena, tengo que trabajar y a no ser qué vengas, traigas la comida y me ayudes a hacer mi trabajo, pues no nos veremos
-vale, sobre las nueve estaré allí, ¿Qué quieres de cenar?
-sorpréndeme-deje el bolso y el resto de cosas al lado de la puerta
-vale, luego nos vemos, te quiero-y me colgó


Acaba de decir Te quiero o era algo que yo me había imaginado. Preferí no pensar en el tema y recoger un poco el apartamento por que al igual que mi bolso estaba todo completamente desordenado.



Pensé que la entrevista de hoy podría ser una buena oportunidad para conocer un poquito a Emily pero eso no había podido ser ya que mi hermana me había pedido que cuidase de Molly y no podía negarle nada a mi hermana pequeña. Cuando llegue a casa deje a la pequeña viendo la televisión mientras, yo me preparaba para las actuaciones de esta tarde. Entre en la habitación que había arreglado para que hiciese las veces de estudio. Deje la puerta abierta para que se oyese cualquier ruido que hiciese Molly y empecé a estirar. Media hora después Molly apareció por la puerta para decirme que había llamado al timbre. Pase por su lado y abrí la puerta. Mi hermana entro cargada de cosas. Molly empezó a corretear entre los dos, la cogí antes de que hiciese que su madre se cállese y cuando esta dejo todo en el suelo Molly se lazo hacia sus brazos.

-Mami, el tío me ha comprado hoy un helado así de grande-y acompaño la frase utilizando sus bracitos para enseñar lo grande que era
-Se ha portado muy bien y se merecía una recompensa-le dije mientras le acariciaba la cabeza
-Eso espero porque ella sabe que debe portarse bien ¿verdad Molly?-le pregunto su madre y la niña asintió
-¿puedo irme a ver dibujos?-le pregunto a su madre
-si-le contesto ella dejándola en el suelo

La niña salió corriendo hacia el salón y se sentó enfrente de la televisión. Ambos nos quedamos mirándola como tontos.

-siento mucho que hayas tenido que cuidarla-me dijo mi hermana
-no pasa anda sabes que estoy encantado de cuidarla-puse las bolsa encima de la mesa
-como recompensa hoy hago yo la cena-me dio un beso en la mejilla y se puso a eso

Yo volví a la habitación y practique hasta que mi hermana apareció para decirme que la cena ya estaba y me fui a duchar. Cuando salí de la ducha me fui al comedor donde la mesa estaba puesta y la comida servida en los platos, me senté, bendecimos la mesa y nos pusimos a comer.

-Arik, a ver cuándo te echar una novia y así no tengo yo que estar haciéndote la comida y esas cosas-me dijo mi hermana sin malicia alguna
-puede que dentro de poco tenga una-dejo el tenedor suspendido en el aire
-no me puedo creer que acabes de decir eso-poso el tenedor-mi hermano pequeño el que siempre dice que la mujeres solo valen para una noche, puede que haya encontrado una con la que quiera pasar el resto de su vida, esto es completamente imposible
-puede, pero no creo que sea tan fácil, me da en la nariz que yo ni le intereso
-eso es raro normalmente la chicas se mueren por que les prestes un poco de atención sin contar con que cuando te ven bailar la mayoría se desmayan o directamente se tiran a tu cuello cual leonas hambrientas-ambos reímos
-¿es guapa?-pregunto Molly que a pesar de ser pequeña estaba siguiendo la conversación
-claro, es tan guapa como una princesa pero mama y tu sois mucho más guapas-Molly sonrió y siguió comiendo más contenta que unas castañuelas

Después de cenar, recogí la mesa mientras mi hermana bañaba y metía en la cama a Molly. Cuando ambos terminamos nos sentamos en el sofá con una copa de vino.

-no deberías beber dentro de un par de horas te vas a trabajar-mire la copa encogí los hombros restándole importancia
-solo es una copa no me va a pasar nada-le di un trago-hoy puede que llegue un poco más tarde
-no pasa nada, ya me tienes acostumbrada-dio un trago-quien es la chica de la que me has hablado en la comida
-pues la conocí hace un par de meses, se llama Emily y es periodista-me miro y abrió los ojos como platos
-es la que escribió el reportaje del local ¿verdad?-asentí con la cabeza-¿y cómo es que te gusto?
-pues por que llama la atención, a pesar de no ser de esas mujeres que solo se ven en las revistas, y su sonrisa es espectacular

Estuvimos hablando de ella y de mi hasta que tuve que irme de casa para trabajar y la verdad es que tenía unas granas tremendas de que Emily no tuviese claro cualquier cosa del reportaje para recibir un correo suyo.



Claire estaba a mi lado, nuestras manos estaba unidas y ella apenas me miraba y cuando lo hacía se ponía roja como un tomate. Estábamos enfrente de un mostrador, en una floristería esperando el ramo que Claire había pedido. Cuando lo terminaron Claire pago, lo cogió y ambos salimos de la tienda. Nos subimos al coche y condujo hasta al lugar al que íbamos en silencio. Después de lo que había pasado en casa Claire se había cerrado en banda y apenas hablaba. Llegamos a un edificio y decidí no leer el cartel básicamente porque no entendía lo que ponía en él, pero tampoco me hizo falta ya que al anda un rato más al lado de Claire llegamos a lo que supuse que era un cementerio. Andamos entre las tumbas hasta que Claire se paró delante de una en concreto. En la lápida había dos nombres Dorian Farron y Laura Garcia, sus padres. Dejo el ramo de rosas al lado de la tumba y luego se quedó mirando la tumba sin decir nada. En este momento no sabía que hacer así que me deje llevar e hice lo que me gustaría a mí que hicieran si estuvieses en su situación. La abrace desde atrás y note como se asustaba. Me miro desde abajo y la sonreí, no iba a hablar hasta que ella no lo hiciese no quería molestarla. Así nos quedamos como unos quince minutos, ambos en silencio mientras mirábamos la tumba de sus padres y yo la abrazaba.

-si quieres nos vamos-Claire me miro y yo negué con la cabeza
-estaremos aquí hasta que tú quieras, ahora mismo yo no tengo ni voz ni voto
-eso no es así, a mí me importa si tú quieres o no quieres estar aquí, no te puedo obligar a estar más tiempo a aquí además…-coloque mi dedo índice encima de sus labios para callarla
-ya te dije que quiero pasar contigo todo el tiempo que pueda y que me da igual donde sea, tanto si necesitas estar aquí media hora como dos días, quiero está aquí contigo acompañándote-note como se ponía de puntillas y me daba un liguero beso en los labios
-gracias-y volvió a mirar al frente

La abrace un poco más fuerte. Vi como sus manos se juntaban delante de su pecho y supuse que estaba rezando así que cubrí las suyas con las mías y también rece por sus padres. Diez minutos después ambos salimos del cementerio sin decir nada.

-¿quieres que hagamos algo?-Claire me miro-podemos ir a comer a casa y más tarde salir y hacer algo o ir a comer a algún sitio
-lo de salir a comer me suene muy bien-sonrió, la primera sonrisa desde que habíamos salido de casa
-pues elige un sitio llévame y comamos-me cogió de la mano y tiro de mi

Ambos fuimos al coche y cinco minutos después nos encontrábamos en un kebap, según Claire era el mejor de toda la ciudad. Después de pedir la comida, se hizo el silencio una vez más.

-¿Cómo se conocieron?-Claire se sobre salto y me miro-tu padres ¿Cómo se conocieron?
-Mi padre vino desde Estados Unidos para abrir un bar como el que tiene allí mi abuelo, por una apuesta. Mi madre se presentó para el puesto de bailarina, según mi padre fue amor a primera vista. Según mi madre, mi padre tenía a todas en la palma de la mano, menos a ella y por eso le gustaba tanto y estaba convencida de que todo lo que hacía era solo para llevársela a la cama pero mi padre demostró que no era así-sonrió y miro el colgante con forma de corazón que llevaba puesto-el único problema que tuvieron fue la oposición de mi abuelo a que mi padre estuviese con mi madre por ser de clase social más baja
-¿Cómo murieron?-me miro a los ojos
-un accidente de tráfico, iban discutiendo y no vieron el coche que se coló en su carril en dirección contraria, según el paramédico que atendió a mi padre lo último que dijo antes de morir fue “decirle a nuestra hija que la quedemos”
-debes echarlos mucho de menos
-todos los días a cada hora que pasa no puedo dejar de pensar en ellos-el camarero nos trajo la comida
-¿Qué te parece si después de comer hacemos algo que siempre hiciese con ellos cuando salías a comer?-me miro
-eso es una gran idea
-pues a comer

Ambos nos comimos la comida que nos habían servido y cuando terminamos pague la cuenta y luego nos montamos en el coche, en unos diez minutos estábamos en el centro enfrente de una heladería.

-siempre veníamos aquí después de comer y mis padres me compraban un helado de limon y cheesecake
-pues entremos-ambos entramos y Claire pidió del helados de limón y cheesecake

Cuando los pague Claire me miro con cara de luego hablaremos y salimos de la heladería. Me quede mirándola mientras se metía la primera cucharada. Puso una cara de la niña más feliz del mundo y una preciosa sonrisa se dibujó en su rostro.

-sigue estando igual de bueno que antes-me miro esperando que lo probase y eso hice
-sí que esta bueno-y seguí comiendo al igual que ella

Dimos una vuelta por la plaza mientras nos comíamos el helado y después nos fuimos al coche y volvimos a casa. Cuando entramos ambos nos pusimos el pijama, elegimos una película y así pasamos el resto del día, en casa viendo películas, con una manta para combatir el frio y el uno junto al otro.


Hoy  deberíamos salir a cenar como tenías previsto pero Emily tenía mucho trabajo y no podía dejarlo para otro día, así que aquí estaba yo con comida del chino que era su preferido en la puerta de su casa esperando a que me abriese para poder entrar y entrar un poco en calor, se notaba ya que era inverno.
Emily me abrió la puerta y entre casi sin darle tiempo a apartarse. Me fui directamente  a la cocina para dejar la cena. Emily me siguió y empezó a sacar las cajas de las bolsas. Entonces me di cuenta que era la primera vez que la veía sin arreglar. Llevaba el pelo recogido en un moño medio desecho y llevaba un jersey dos tallas más grandes que le llegaba a la mitad del muslo y casi tapaba el pantalón de pijama que llevaba. Me acerque por detrás y la abrace.

-hoy estas preciosa-giro la cabeza para mirarme
-creo que eres la única persona que piensa eso-dejo de mirarme para abrir las cajas y ver que contenían
-entonces soy la única persona que ve perfectamente-le di un beso en la mejillas-he traído de todo un poco por que no sé qué es lo que prefieres
-me gusta todo así que has hecho una buena elección-saco dos platos y los llevo a la mesita que está en el salón entre los dos sillones

Aunque me costó conseguí que dejase de trabajar mientras cenábamos y así poder pasar un poco de tiempo con ella, lo conseguí.
Me conto que este y el articulo que lo seguían era de los más importantes de sus carrera y sobre todo porque por primera vez no está escribiendo un reportaje sobre moda o maquillaje sino que era algo un poco más serio y la hacía muchísima ilusión.
Me gustaba verla tan contenta y alegre aunque también se la veía cansada, pero era normal estaba haciendo más esfuerzo que el que solía hacer para sus otros reportajes. Me quede mirándola mientras me explicaba de que trataban los dos reportajes y a mitad de la explicación paro para mirarme y ladeo la cabeza.

-¿pasa algo?-me pregunto y negué con la cabeza-te has quedado mirándome muy serio
-es que creo que deberías escribir un reportaje serio y enviarlo a alguna revista que te guste de verdad, una donde puedas escribir de lo que te gusta-se me quedo mirando como si le hubiese dicho que se tirase a las vías del tren
-pero eso es arriesgarme mucho, además donde estoy, estoy bien, gano un buen sueldo y tengo unas buenas vacaciones, sin contar que mi puesto es uno de los más importante dentro de la revista
-eso está todo genial, pero escribir sobre ropa, maquillaje, dietas y todas esas cosa ¿es lo que quieres hacer para siempre?-abrió la boca para hablar pero luego la cerro-yo te voy a apoyar hagas lo que hagas pero si tienes pensado cambiar de trabajo por que dejarlo para mañana si lo puede hacer hoy-me miro y sonrió
-me lo voy a pensar pero no sé qué hare


Me la quede mirando y espere a que siguiese contándome lo que me estaba contando. Sabia de sobra que ella no lo iba a hacer así que empecé a idear un plan para conseguir algún reportaje suyo que pudiese enviar a algún sitio.



Desde que le dije a Ally que la llevaría todos los días que pudiese a su casa, pasábamos más tiempo juntos pero todavía no le había pedido esa cita que me debía y era normal no había forma de que ambos coincidiésemos en los días libres pero bueno con los momentos que pasábamos después del trabajo me daba por contento aunque algo mas así como esa cita no me vendría nada mal.
Hoy era viernes así que iba a ser un día largo y eso por un lado me disgustaba y otro me gustaba ya que así podía ver a Ally durante toda la jornada laboral y luego la podía llevar a casa.
Fui a mirar los horarios y casi me dio algo al ver que por fin el de ambos cuadraba y los dos teníamos el lunes libre así que cuando estuviésemos solos le preguntaría.
A la salida del trabajo como todos los días, espere a que terminase y fuimos hasta su casa en mi coche.
Como siempre pare el coche delante de la puerta de su casa.

-Hoy he visto que ambos tenemos el lunes libre que te parece si quedamos ese día y cenamos juntos-le pregunte justo cuando iba a bajarse del coche
-me parece una idea genial
-pues el lunes paso a por ti a las ocho y media si te parece bien
-si esa hora es perfecta-abrió la puerta del coche y se apeó-muchas gracias por traerme
-de nada-y cerró la puerta

Espere a que entrase en casas y me fui para la mía. Estaba muy contento más que un niño con un juguete nuevo. El lunes por fin tendría una cita con ella.

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