5/26/2015

Capitulo 7



No me lo podía creer, que por un comentario completamente inofensivo tuviese que pedirle disculpas a una persona que ni conocía, pero vamos como para no hacerlo después de ver como se había puesto mi hermano.
Me costó un poco alcanzarla, llevaba un ritmo muy fuerte y me constaba seguirla y sabía de sobra que si la llamaba y me veía saldría corriendo y eso era lo último que quería.

Al final decidí seguirla y cuando entrase en algún lugar entraría detrás y de esa forma no se me escaparía.

Estuvimos andando como media hora, hasta que llegamos a un edificio con una fachada muy antigua de ladrillo descubierto y lleno de ventanas de un tamaño considerable. El edificio tenías dos pequeños jardines delanteros y el en derecho había un cartel donde ponía “Escuela de bellas artes de New York”
Entre un poco después de Claire y la seguí con todo el cuidado del mundo para que no me viese. Tras avanzar por varios pasillos y subir varias escaleras entro por una puerta en la que ponía “Vestuarios” y allí, en mitad del pasillo, me quede plantado.

Lo más seguro es que los vestuarios diesen directamente a las clases así que no sabía dónde se había ido.

Mire en todas direcciones calibrando mis posibilidades, podía ir puerta por puerta hasta dar con la correcta, podía esperarla fuera o irme a casa para que mi madre se enfadase conmigo y mi hermano me despellejase vivo.
De golpe unos acordes empezaron a llenar el pasillo, llegaban de una de las aulas contiguas al vestuario así que lo más seguro es que fuese Claire, así que siguiendo los acordes de Halo de Beyonce entre en una de las aulas esperando que fuese Claire la que estuviese allí.

En la pared donde estaba la puerta por la que yo entre había entrado había una gran mini-cadena y una televisión. La de enfrente tenía  otras dos puertas. Las otras dos paredes que estaba paralelas tenia, una las enormes ventanas y la otras un gran espejo que cubría toda la pared.

Claire estaba en medio de la habitación, la música retumbaba en las paredes y ella se movía al ritmo que la música marcaba. Me quede embelesado mirándola, estaba tan abstraído que no me di cuenta de que la canción había terminado y empezaba a sonar Where are you been de Rihanna. Claire cambio el ritmo y los pasos para seguir el ritmo de la nueva canción. La verdad es que bailaba muy bien, es más había visto bailarinas profesionales que bailaban peor que ella.

Me  quede allí de pie viendo como bailaba canción tras canción, hasta que me di cuenta de que había parado y me miraba con cara de pocos amigos.

-¿Qué haces tú aquí?-su tono destilaba odio por todos los lados
-quería pedirte perdón por lo que he dicho antes
-ya lo has hecho así que vete
-sí, lo he hecho pero no sé si tu aceptas o no las disculpas
-¿de verdad me estás diciendo eso?-los dos nos miramos-no pienso aceptarlas
-pero si te he dicho que no lo he hecho adrede que ha sido sin querer que era un comentario sin malicia
-¿y?, de ti no aceptaría ni agua después de haber estado perdida en el desierto
-¿siempre eres así de borde y de mal educada con la gente?
-¿siempre eres así de carbón con las chicas que conocen tus hermanos?
-puede, ya lo paso mal con una que solo buscaba fama
-te puedes quedar tranquilo porque yo no la quería pero me la regalaste-ahí tenía todas la razón de mundo y era razonable que estuviese enfadada-si no tienes más gilipoyeces que decir, te podrías ir intento ensayar
-si no quiero irme ¿Qué harás?
-pues puedo mandar que te echen o echarte yo misma
-inténtalo-su expresión paso de ser una de mala hostia a una de sorpresa para luego sonreír con malicia


Mire en dirección a la puerta y vi como el coche se iba. Me dirigí a mi despacho y me puse a trabajar, aunque no fui capaz, en mi cabeza no para de rondarme las palabras de Joe “si, hubiese reaccionado igual”, eso quería decir que no me odiaba como me odiaba Claire. Mire mi mesa y decidí volver a centrarme en el trabajo o la pila de papeles terminaría comiéndome. A pesar de que hoy había sido un día tranquilo, me tuve que quedar hasta tarde y ahora estaba en mitad de la calle sin transporte con el que volver a casa porque se me había olvidado que me habían traído. Ahora mismo tenía ganas de ponerme a gritar y a despotricar pero el frenazo de un coche en seco detrás de mí me hizo girarme para ver quién era.

-Hola preciosa ¿necesitas que te lleven?-Joe tenia medio cuerpo fuera del coche y me miraba divertido
-sí, alguien muy desconsiderado me ha dejado aquí y no se acordó de preguntarme si tenía que recogerme-abrí la puerta del copiloto
-que mal educado, si le vemos me lo dices que le diré cuatro cosas
-no sé si te atreverías, aunque no lo parezca es duro de pelar-entre en el coche
-¿así que soy duro de pelar?-arranco
-puede
-¿has cenado?-me pregunto sin quitar la vista de la carretera
-no, pero cuando llegue a casa me hare cualquier cosas
-¿quieres cenar conmigo?-me miro un momento-solo como amigos, tenía pensado llevarte al McDonald’s
-bueno no estaría mal-le dije sonriendo
-pues vayámonos

En un abrir y cerrar de ojos estábamos en el Mcauto del McDonald’s haciendo cola para pedir. Cuando pedimos aparco el coche en el aparcamiento y nos dispusimos a cenar. Era raro estar con alguien al que apenas conocía, en su coche, comiendo comida basura en un aparcamiento, cualquiera que nos viese se pensaría que estamos zumbados.

-hacia mucho que no comía esto-le dije señalando mi hamburguesa-creo que todavía estaba en la universidad y de eso hace por lo menos 2 o 3 años
-pues no sabes lo que te has estado perdiendo-dijo con la boca llena
-no la he echado mucho de menos, tampoco era algo imprescindible en mi vida
-¿hace cuánto que no sales con tu amigos a tomar algo?-me atragante con la coca cola
-¿Por qué lo preguntar?
-porque me da la sensación de que hace mucho que no haces algo como esto-me sonrió
-¿tú si lo haces?
-cuando puedo, ya sabes que mi vida es muy ajetreada y hay muchas veces que echo de menos poder sentarme en un parque sin hacer nada con mis amigos y sí que luego salga en Internet o en alguna revista
-lo siento
-no lo sientas, tú no tienes la culpa en realidad nadie la tiene yo decidí vivir así y es lo que me toca

Los dos seguimos comiendo en silencio sin decir nada y empezaba a ser incomodo, hasta el punto de que me daba vergüenza ser periodista, sabía que ser famoso era agobiante pero nunca pensé que de esa forma tan radical.

-¿y tú?
-¿yo que?-le dije dejando de comer
-¿no echas de menos salir por ahí con tus amigos?
-ojala lo echase de menos pero la verdad es que nunca lo he hecho, los estudios y las actividades extraescolares eran mucho más importantes, tanto para mí como para mis padres, siempre quisieron lo mejor para mí y llegaron a enfadarse cuando les dije que quería ser periodista, ellos esperaban que fuese médico o abogado
-así que te revelaste ¿no parece algo que valla acorde contigo?
-la verdad es que no, siempre fui una niña ejemplar pero cuando me propuse ser periodista, supe que tendría que salirme del molde en el que siempre estuve metida.
-así que te saltaste las norma
-se podría decir que si-mire la hora-dios que tarde es y mañana madrugo
-no te preocupes ahora mismo te llevo a casa
-gracias




Cada vez que me venia a la cabeza la imagen de Nick huyendo de mi cuando me vio coger el bate me da la risa. Puede que me hubiese pasado un poco pero era eso o tener que aguantarle y como que no me hacia mucha gracia. Cerré el grifo y salí de la ducha, mire el reloj y me apresure, hoy tendría que coger un taxi y si no me daba prisa no llegaría a tiempo. Me vestí, me seque el pelo y llame a un taxi para que me fuese a buscar. 
Cuando entre en el local, todavía no habían empezado, hoy era el cumpleaños de unas de mis compañeras y le íbamos a dar una sorpresa. Cuando entro , un gran sorpresa resonó por el local, le cantamos el cumpleaños feliz y soplo las velas de las pequeña tarta que habían comprado, abrimos el champán y brindamos todos. No tardamos en recoger todo ya que dentro de una hora abríamos al publico y había que preparar todo.
En el primer numero salíamos la mayoría, luego habría unos cuantos mas y el numero final era mío así que tendría unas cuantas horas libres para arreglarme, ayudar en la barra y hacerle una visita a mi abuelo. 
El primer numero salio genial, era la primera vez que nos salía tan bien. Cuando terminamos salí directamente a ver a mi abuelo, que estaba muy ocupado hablando con alguien por teléfono así que le salude y me fui.

-Claire-me gire, Dante estaba en mitad del pasillo

-¿Qué quieres?
-Necesito hablar contigo de una cosa
-¿Es importante?
- la verdad es que no
-pues entonces tendrá que esperar que me necesitan en la barra-tras decirle eso me fui a la barra donde necesitaban que les ayudase urgentemente

Hoy el bar estaba hasta arriba y aunque era una buena noticia por que hacia mese que no estábamos tan llenos no teníamos suficiente personal para atender las mesas y a la gente de la barra. Yo no tenia problemas en ayudar, tanto detrás de la barra como al otro lado pero la mayoría de mis compañeras no querían, a pesar de que si lo hacían les daban dinero extra. 

Aunque mis compañeras pensaban que servir era lo peor, lo prefería a bailar delante de tanta gente, pero como decían ellas una cosa es que te miren y otra muy distinta, que te toque y era verdad que alguno metía mano cuando servíamos, pero si sabias mantenerlos a raya ninguno te tocaba y era un buen trabajo. 

Antes de llegar a coger soltura sirviendo, tuve que dejarlo porque tenia que actuar. Me prepare deprisa para no atrasar la actuación. La luz del local se apago advirtiendo a los clientes de que ahora era el turno de la ultima actuación, por la que muchos estaba esperando toda la noche. 





No me lo podía creer. Llevaba varias horas sentado en mi coche con Emily mientras comemos comida basura y charlamos. Aunque Emily da una apariencia con la ropa que lleva y por como se comporta cuando esta trabajando no tiene nada que ver con su forma de ser en absoluto. Cuando nos quisimos dar cuenta ya era tarde así que la deje en su casa y luego me dirigí a la mía pero no me di cuenta de que tenia el deposito en reserva y me quede tirado en mitad de la nada. 


Mire el reloj y llame a alguien que me pudiese traer la gasolina y el que menos iba a tardar, tardaría una hora así que no me daría tiempo a ir a recoger a Claire al trabajo. La única opción que tenia era llamar a Nick para que fuese a buscarla, así que lo hice. Me cogió el teléfono al tercer toque.

-¿diga?

-Nick ¿estas ya durmiendo?
-no, iba ahora a ello ¿por?
-necesito que me hagas un favor
-dime que es lo que quieres esta vez
-necesito que recojas a Claire del trabajo
-ni de coña, voy a buscarla-no me dejo contestarle-si quieres saber porque es porque cuando me obligaron a ir a pedirle disculpas intento utilizar mi cabeza como pelota de béisbol
-¿te dio?
-no, pero estuvo apunto, así que no me la quiero jugar, además ¿que es lo que te impide ir?
-me he quedado sin gasolina-lo intente una vez mas-por favor, Nick ve a recogerla, no tiene su moto y no hay transporte publico tendría que ir andando y le puede pasar algo-utilice lo único que sabia que a mi hermano le haría hacer algo que no quiere.
- iré a buscarla, pero te juro que si me pasa algo te puedes despedir de tu cabeza 
-vale, ahora te mandare la dirección por un sms-y colgué para que no me diese mas la vara

Le mande un sms a Nick con la dirección del bar y le mande otro a Claire diciéndole que Nick seria quien la recogería hoy en el trabajo. Y luego espere a que llegasen con la gasolina. Cuando llene el deposito y me dirigí a casa. Cuando llegue eran las 4, la hora de salida de Claire del trabajo, espere que todo hubiese salido bien y que no Claire no le hubiese arrancado la cabeza a Nick. Mañana lo descubriría. De momento hoy me iba a la cama ya que estaba muy cansado y era capaz de quedarme dormido mientras subía las escaleras.

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